martes, 6 de diciembre de 2016

Reborn

Mi estado mental transcurre en estaciones muy similares a las clásicas que conocerás. Hay una en concreto que tiene el aroma de una persona, como si el frío trajera consigo el hedor de una fecha que me marcó.

Eh, no, espera. ¿Otra vez voy a lloriquear porque me dejaran el 1 de enero o porque mi familia haya sido un desastre? No, definitivamente no. ¿Por qué? Tan simple como que aquella relación está quemada a día de hoy, eso quiere decir que hemos intentado volver y no se ha llegado a nada. Si de verdad nos importara lo más mínimo no llegaríamos a distanciarnos nunca. El chicle ha perdido su sabor, es así de simple. Y mi familia... ya soy independiente, los veré en fechas señaladas y se acabó.

Estoy hasta los cojones de convivir continuamente con el drama cuando mi vida es maravillosa. Sí, no soy el chico más guapo o inteligente del universo, sí, mi trabajo y estudios no son gran cosa, sí, tengo un trastorno de la personalidad... ¿y qué? Seguir con este círculo vicioso de autodestrucción no me llevará a nada. Soy feliz conmigo mismo, me acepto. Joder, claro que me acepto. 

Desde ahora procuraré evitar hablar de mis sensaciones y hacer más relatos.

Estoy aquí, Arcas del pasado.



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